lunes, 25 de mayo de 2009

~"Contraste Citadino"~




La tarde cae en el horizonte, y las aves zurcan el firmamento en busca de cobijo. Las nubes trazan pinceladas de mágico encanto y los colores que reflejan llenan de calidéz a aquella montaña, ese gigante dormido, el vigia de la ciudad. Hasta la belleza posee límites, porque...

...Abajo, en la ingrata tierra de los hombres, cientos de gentes pululan entre las agrietadas calles. Cada día por los mismos caminos, con las mismas máscaras puestas en el espíritu, suprimiendo con ello sus propias esencias. Esta es la jungla de concreto, la metrópoli agonizante. Los contrastes de sus estampas resultan hasta insultantes a la humanidad misma: apreciar el edificio más alto e impresionante y a sus pies, el niño de la calle, el "sin vos" (como dijera aquel sacerdote mártir), el "sin nombre", el muerto en vida. ¡Está por salir la impaciente lágrima de mi ojo!... pero la suprimo, como lo hace aquella gente pululante, lastimera, insignificante en espíritu. Y yo... yo sigo mi camino. Y al llegar hasta mi hogar, me sumergo en un profundo sueño... no quiero ser más como ellos...

~Guzke~

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